Dr. Javier Obregón Oblitas

CMP: 44566 RNE: 22705

Cardiólogo intervencionista del Instituto Nacional Cardiovascular
en INCOR-ESSALUD, con más de 12 años de experiencia y
especializaciones internacionales.

ATENCIÓN SI PERTENECES A UNO DE ESTOS GRUPOS

EXPERIENCIA LABORAL

Especialista en los tratamientos clínicos

Tratamiento en hipertensión arterial

Tratamiento de enfermedad coronaria crónica

Tratamiento a la Dislipidemia
(Colesterol, Triglicéridos)

Tratamiento a enfermedades valvulares cardiacas

Tratamiento a Arritmias cardiacas

Especialista en tratamiento
intervencionista de alta complejidad

Tratamiento de enfermedad coronaria crónica

Tratamiento del infarto agudo de miocardio

Tratamiento de defectos cardíacos congénitos

Tratamiento de la estenosis Aórtica por vía percutánea

Tratamiento de la estenosis Mitral por vía percutánea

Cierre de la orejuela izquierda del corazón

¿Emergencias cardíacas?

Una atención apropiada y oportuna puede salvar
la vida de un paciente.

Dr. Javier Obregón te aconseja

ATENCIÓN EN CONSULTORIO

Tratamiento de la enfermedad coronaria crónica
Angioplastia con implante de stent coronario

La enfermedad coronaria crónica es la enfermedad que se presenta en las arterias del corazón (Conocido anatómicamente como arterias coronarias). A modo de entender fácilmente este cuadro clínico, lo que produce esta enfermedad es obstrucción en las arterias del corazón, generando disminución del flujo de sangre arterial (Sangre que lleva oxigeno al músculo cardíaco para poder nutrirlo y mantenerlo vivo). Esto produce lo que en medicina conocemos como “Isquemia”. Dicha isquemia se manifiesta con angina de pecho (Dolor en el pecho a nivel retroesternal, tipo opresivo que puede irradiarse al brazo izquierdo, sobre todo en región cubital o a la mandíbula). Además puede producir otro síntoma denominado disnea al esfuerzo (Sensación de falta de aire de reciente inicio al esfuerzo). El término “crónico” se refiere a que la enfermedad tiene una presentación estable, es decir que dicha obstrucción pudiera estar produciendo sufrimiento del músculo cardíaco sin llegar a dañarlo del todo, y sin presentarse como un cuadro agudo (Ejemplo: Infarto agudo de miocardio), en ese momento.

Si bien en la enfermedad coronaria crónica, el tratamiento médico ha demostrado disminuir la mortalidad, y una mejoría en la sobrevida en estos tipos de pacientes, los síntomas como angina de pecho o sensación de falta de aire pudieran persistir a pesar del tratamiento médico optimizado. En este punto, tratamiento percutáneo, es decir la angioplastia con implante de stent medicado en el sitio de obstrucción de la arteria coronaria ha demostrado mejorar los síntomas de este cuadro clínico (Es decir la angina de pecho y la sensación de falta de aire), logrando reincorporar al paciente a sus actividades diarias, mejorando su calidad de vida. Por tanto el tratamiento percutáneo con implante de stent medicado, sumado a un tratamiento médico óptimo, produciría una mejor calidad de vida y una mejor sobrevida en el paciente.

El stent medicado coronario es un pequeño tubo de malla de metal (Como si fuera el resorte de un lapicero), que se expande dentro de una arteria del corazón que se encuentra obstruida, haciéndola volver a su diámetro normal, mejorando el flujo de sangre arterial hacia el músculo cardíaco. Además se le llama stent medicado porque contiene un medicamento que ayuda a disminuir la posibilidad de que el stent se obstruya a largo plazo.
Tratamiento del infarto agudo de miocardio
Angioplastia primaria con implante de stent medicado

El infarto agudo de miocardio se produce cuando se obstruye agudamente una de las arterias del corazón, generando daño a través del músculo cardíaco. El daño puede ser irreversible , incrementando el riesgo de mortalidad si no se trata a tiempo.

Se presenta con un dolor profundo en la zona del esternón, como una intensa opresión que puede prolongarse por mas de 10 o 15 minutos. Dicho dolor se puede irradiar a nivel de brazo izquierdo, región cubital, mandíbula cuello y espalda. Suele asociarse a sensación de falta de aire, sudoración, nauseas y vómitos.

El tratamiento que ha demostrado disminuir la mortalidad y mejorar la sobrevida en estos pacientes, es la angioplastia primaria con implante de stent medicado en el sitio de la obstrucción de la arteria del corazón, idealmente durante las primeras 24 horas de iniciado el evento.

El stent medicado coronario es un pequeño tubo de malla de metal (Como si fuera el resorte de un lapicero), que se expande dentro de una arteria del corazón que se encuentra obstruida, haciéndola volver a su diámetro normal, mejorando el flujo de sangre arterial hacia el músculo cardíaco. Además se le llama stent medicado porque contiene un medicamento que ayuda a disminuir la posibilidad de que el stent se obstruya a largo plazo.
Tratamiento de defectos cardíacos congénitos en adulto

Los defectos cardíacos congénitos en adulto, involucra a un grupo de enfermedades que se presentan debido a una alteración de la estructura del corazón, que existe desde el nacimiento. El término “congénito” significa que naces con el defecto.

Algunos tipos de defectos congénitos puede generar un compromiso leve, otros pueden causar complicaciones que ponen en riesgo la vida del paciente. El tratamiento de los defectos congénitos en adulto puede incluir controles médicos periódicos, tratamiento médico, tratamiento quirúrgico, o tratamiento intervencionista.

Comunicación inter auricular (CIA):

Defecto cardíaco que se desarrolla durante la formación del tabique interauricular (Estructura cardíaca que separa la aurícula derecha de la aurícula izquierda). Dicho tabique no se forma correctamente, dejando un agujero dentro de este, que permanece después del nacimiento, denominándose comunicación interauricular. Es la cardiopatía congénita más frecuente en la edad adulta, se encuentra en el 30% de los casos y se observa un franco predominio del sexo femenino sobre el masculino.

Una persona que no tiene ningún otro defecto cardíaco o que tiene uno pequeño (menos de 5 mm) puede ser asintomática, o puede que los síntomas no se presenten hasta una mediana edad o posteriormente. Los síntomas pueden comenzar en cualquier momento después del nacimiento y en la infancia, y pueden incluir: Dificultad respiratoria (Disnea), infecciones respiratorias frecuentes en niños, sensación de percibir los latidos cardíacos fuertes (palpitaciones) en adultos. A la auscultación se puede detectar un soplo cardíaco meso sistólico en la región paraesternal izquierda.

Cuando la sangre circula a través de este agujero, genera una derivación o comunicación denominado “shunt”, que en principio genera un flujo del sitio de donde hay más presión hacia el de menos presión (De cavidades izquierdas a derechas). Cuando esto sucede, el lado derecho del corazón se agranda. Con el tiempo se puede acumular presión en los pulmones, generando Hipertensión arterial pulmonar, y aumento en la resistencia vascular pulmonar. Posteriormente, la sangre que circula a través del defecto irá luego en sentido bidireccional hasta invertir el flujo de derecha a izquierda. Si esto ocurre, habrá menos oxígeno en la sangre que va al cuerpo, generando desaturación en la sangre (Cianosis), y produciendo el síndrome de Eisenmenger. Dependiendo de los niveles de presión arterial pulmonar y de la resistencia vascular pulmonar, este defecto puede ser ocluido de forma quirúrgca o intervencionista.

La mayoría de las CIA en adultos se localiza en la fosa oval; este defecto septal se conoce con el nombre de “Ostium secundum”. Con mucho menos frecuencia se sitúa en la porción alta del septum interauricular y, generalmente, con una conexión anómala parcial de las venas pulmonares derechas, siendo conocida con el nombre de “seno venoso”, o en la parte baja del mismo, denominada “ostium primum”. Dos terceras partes de las comunicaciones interauriculares son del tipo ostium secundum y se asocian a una conexión anómala parcial de las venas pulmonares y al prolapso de la válvula mitral.

Para definir si la CIA todavía puede ser ocluida vía quirúrgica o vía intervencionista, se requiere de realizar un cateterismo cardíaco derecho e izquierdo con cálculo de shunt, obteniendo valores de presión arterial pulmonar y resistencia calcular pulmonar.

Estos tres tipos de comunicación interauricular pueden ser corregidos quirúrgicamente, si hemodinamicamente se encuentran todavía a tiempo.

Sin embargo, debido a su anatomía, solo el ostium secundum puede ser tarado de forma intervencionista. Es decir colocando un dispositivo de oclusión de defecto septal auricular, evitando así una cirugía cardíaca convencional.

La guía europea para el tratamiento de las cardiopatías congénitas del adulto, publicada el 2020, recomienda el tratamiento intervencionista con implante percutáneo de un dispositivo de oclusión para el CIA tipo ostium secundum, siempre que sea posible evitando así una cirugía cardíaca convencional.

 

 

 
Foramen oval permeable (FOP):


El foramen oval resulta de la falta de fusión del septum primum y secundum después del nacimiento, y es una abertura natural entre dos cavidades (La aurícula derecha y la aurícula izquierda) que presenta el corazón al nacer. El foramen oval se cierra entre 6 meses y 1 año después del nacimiento. Cuando el foramen oval permanece abierto después del nacimiento, se llama foramen oval permeable. El foramen oval permeable no suele causar problemas. Si un recién nacido presenta un foramen oval permeable congénito, lo más probable es que el foramen oval permanezca abierto.


Presenta una incidencia del 25% en adultos , la mayoría se descubre de manera incidental y sin consecuencias clínicas. Sin embargo, su presencia se ha relacionado con múltiples cuadros clínicos como el accidente cerebral vascular isquémico de causa embólica, que puede dejar secuelas (Conocido como Ictus criptogénico porque no se encuentra la causa aparente del accidente cerebro vascular, y representa hasta el 40% de todos los ictus isquémicos). Es decir pequeños fragmentos de coágulo pueden migrar desde el foramen oval permeable hasta el cerebro, por un mecanismo llamado “embolia paradójica”. Estos coágulos provienen mayormente de los miembros inferiores, en pacientes que tienen antecedente de trombosis venosa profunda en las piernas.


Se ha relacionado también con la migraña, el síndrome de platipnea ortodesoxia y la enfermedad por descompresión (Enfermedad de los buceadores).


Debido a estos eventos, en ciertas situaciones es necesario realizar el Cierre percutáneo del foramen oval permeable. En un consenso de sociedades europeas de especialistas publicado el 2019, se sugiere el cierre del FOP en las siguientes situaciones:


Pacientes seleccionados con edad de 18 a 65 años y diagnóstico confirmado de ictus criptogénico, accidente isquémico transitorio o embolia sistémica, en donde el FOP pudiera ser el responsable según características anatómicas y de imagen.

 

Pacientes con tratamiento anticoagulante oral temporal por antecedente de tromboembolismo pulmonar (TEP), y que presentan alto riesgo de recurrencia de nuevo episodio de TEP.

 

 

Conducto arterioso persistente (CAP)

Un conducto arterioso persistente (CAP) es un vaso sanguíneo adicional presente en los bebés antes de nacer y justo después de nacer.

En la mayoría de los bebés que nacen, el CAP se encogerá y se cerrará por si solo durante los primeros días de vida. Si el CAP permanece abierto durante más tiempo, puede causar un flujo excesivo de sangre hacia los pulmones. Es mucho más probable que haya problemas si el CAP es de gran tamaño. Algunos CAP que no se cierran pronto se acabarán cerrando por si solos cuando el niño tenga aproximadamente un año.

Un conducto arterioso es un vaso sanguíneo normal que conecta dos arterias principales, la aorta y la pulmonar, y transporta sangre hacia el exterior del corazón.

En la vida fetal, antes de nacer, el feto no utiliza los pulmones cuando está en el vientre materno porque obtiene el oxígeno directamente a partir de la placenta materna. El conducto arterioso lleva sangre procedente de los pulmones directamente al resto del cuerpo. Cuando el recién nacido comienza a respirar y a usar los pulmones, el conducto arterioso deja de ser necesario y se suele cerrar por sí solo durante los dos días posteriores al parto.

Cuando la sangre circula a través de este conducto, después del nacimiento, genera una derivación o comunicación denominado “shunt”, que en principio produce un flujo del sitio de donde hay más presión hacia el de menos presión (De aorta hacia arteria pulmonar) . Cuando esto sucede, la presión arterial pulmonar aumenta, el lado derecho del corazón se agranda y las presiones de llenado del ventrículo izquierdo aumenta. Con el tiempo se puede acumular presión en los pulmones, generando Hipertensión arterial pulmonar, y aumento en la resistencia vascular pulmonar. Posteriormente, la sangre que circula a través del defecto irá luego en sentido bidireccional hasta invertir el flujo de derecha a izquierda. Si esto ocurre, habrá menos oxígeno en la sangre que va al cuerpo, generando desaturación en la sangre (Cianosis), y produciendo el síndrome de Eisenmenger. Dependiendo de los niveles de presión arterial pulmonar y de la resistencia vascular pulmonar , este conducto ser ocluido de forma quirúrgica o intervencionista.

Los CAP de gran tamaño pueden presentar los siguientes síntomas: Pulso saltón (marcado, fuerte y enérgico), respiración rápida, cansancio, falta adecuada de alimentación, déficit del crecimiento. Clínicamente se puede auscultar un soplo conocido semiologicamente como soplo continuo en  maquinaria, en región para esternal izquierda. Suelen ser dos veces más frecuente en mujeres que en hombres.

Para definir si el CAP todavía puede ser ocluida vía quirúrgica o vía intervencionista, se requiere de realizar un cateterismo cardíaco derecho e izquierdo con cálculo de shunt, obteniendo valores de presión arterial pulmonar y resistencia vascular pulmonar.  

La guía europea para el tratamiento de cardiopatías congénitas del adulto publicada el 2020, recomienda el tratamiento intervencionista con implante percutáneo de  un dispositivo de oclusión para el CAP, siempre que sea posible, evitando así una cirugía cardíaca convencional. 

 

Coartación de Aorta (CoA):

Representa aproximadamente el 5% de las cardiopatías congénitas. Es una afección poco común, pues su prevalencia se estima en 2 de cada 10.000 recién nacidos vivos y es más frecuente en varones.

Es un estrechamiento de la arteria aorta que causa una obstrucción de su flujo. La arteria aorta es la arteria que sale del corazón (ventrículo izquierdo) y que transporta la sangre oxigenada hacia el resto del organismo. Se divide en aorta torácica (con las porciones ascendente, cayado y descendente) y aorta abdominal. Normalmente la coartación se localiza en la aorta torácica descendente, distal al origen de la arteria subclavia izquierda (que es la que lleva la sangre al brazo izquierdo).

En ocasiones la coartación se asocia con otras malformaciones cardiacas (sobre todo comunicación interventricular y válvula aórtica bicúspide).  

Su presentación clínica va depender del grado de estrechamiento de la coartación y del nivel de gradiente de presión que pueda generar esta estreches. Cuando es leve no suele producir síntomas, pudiendo ser un hallazgo casual en una exploración realizada con otro motivo, sobre todo en pacientes jóvenes con hipertensión severa y no explicada. En estos casos es característico el hallazgo de diferencias en la presión arterial y la intensidad de los pulsos entre la zona proximal a la coartación (brazos) y la distal (piernas). Otros síntomas pueden incluir cefalea, hemorragia nasal, mareos, tinitus, disnea, angina abdominal, claudicación y calambres en las piernas por esfuerzo y pies fríos. Los pacientes con CoA que alcanzan la adolescencia tienen una muy buena supervivencia hasta los 60 años.

Otros hallazgos son frémito supraesternal (Es como palpa el ronroneo de un gato), soplo interescapular (sistólico) o soplos continuos (por los vasos colaterales). En caso de CoA leve, los soplos pueden estar completamente ausentes.

Cuando la obstrucción es severa, puede ocasionar un cuadro de insuficiencia cardíaca, que se desencadena las primeras semanas de la vida (tras el cierre del ductus arterioso).

No es raro que pase desapercibida hasta la edad adulta o que con el tiempo se produzcan nuevas recoartaciones. Una vez pasada la adolescencia la coartación se manifieste a menudo como hipertensión arterial temprana o se asocia a la aparición de infarto de miocardio, por lo que es fundamental un control periódico de control arterial y un estilo de vida saludable en los pacientes afectados de dicha patología.

En la edad adulta, si la antomía es factible, el procedimiento de elección sobre la coartación nativa o la recoartación es el intervencionismo percutáneo mediante implante de stent recubierto a nivel de la zona estrecha. En caso de no poder realizarse técnicamente, se suele proceder a cirugía.

La guía europea para el tratamiento de cardiopatías congénitas del adulto publicada el 2020, recomienda el tratamiento intervencionista con implante percutáneo de  un stent cubierto, como primera elección, siempre que se a posible, evitando así una cirugía cardíaca convencional. Los criterios para intervención son gradiente pico a pico mayor de 20 mmHg  calculado invasivamente en un cateterismo cardíaco (Es decir la diferencia de presiones que se genera antes y después de la coartación), y una disminución mayor o igual del 50% del diámetro normal de la aorta.   

 

Tratamiento de la estenosis mitral vía percutánea:

La estenosis mitral es una enfermedad de la válvula mitral que hace que dicha válvula no se abra adecuadamente impidiendo que una parte de la sangre de la aurícula izquierda  no pase hacia el ventrículo izquierdo. Esto produce un aumento de volumen residual en la aurícula izquierda dilatándose. Cuando esta estrechez de la válvula aumenta, el área de la válvula se vuelve más pequeña,  aumentando la presión en la aurícula izquierda, generando congestión retrograda hacia los pulmones, hasta poder llegar a un edema agudo de pulmón. Además la dilatación de la aurícula izquierda podría generar una arritmia cardíaca conocida como fibrilación auricular, la cual podría producir formación de coágulo en la aurícula izquierda (Sobre todo a nivel de orejuela izquierda). Esto aumenta el riesgo de un accidente cerebrovascular embólico, por desprendimiento de un coagulo de la aurícula izquierda hacia el cerebro.  La causa más frecuente es la fiebre reumática. Esta afección de las vías aéreas superiores, hoy en día casi a desaparecido en los países desarrollados, gracias al tratamiento y vacuna contra las infecciones producidas por el Estreptococo B hemolítico. Sin embargo sigue siendo frecuente en países en vía de desarrollo. Los síntomas pueden aparecer o empeorar con el ejercicio o cualquier actividad que eleve la frecuencia cardíaca. Pueden comenzar con un episodio de arritmia cardíaca (fibrilación auricular) o pueden desencadenarse por el embarazo u otra situación de estrés corporal, como una infección en los pulmones o el corazón u otros trastornos cardíacos. Síntomas más frecuentes son cansancio al esfuerzo al estar acostado, palpitaciones, tos, a veces con coloración sanguinolenta, frecuentes infecciones respiratorias, crecimiento deficiente en niños. Al examen clínico se encuentra un soplo diastólico a nivel del foco mitral, el ritmo cardíaco puede ser irregular y acelerado (Por la fibrilación auricular), y a nivel pulmonar se podrían auscultar crepitantes (Signo de congestión pulmonar).

El tratamiento de elección es el tratamiento intervencionista mediante la valvuloplastía mitral percutánea, según la guía europea sobre el diagnóstico y tratamiento de valvulopatías  publicada el año 2021. Además el tratamiento quirúrgico de la válvula mitral  también estaría indicado siempre que no se puede realizar el tratamiento intervencionista .

 

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